lunes, 15 de noviembre de 2010

LA FELICIDAD Y EL DERECHO



Entrar en el tema de la felicidad siempre es y será complejo, por que al fin de cuenta quien puede decir que existe la felicidad única, es decir, que todos coincidamos en su definición, tal vez para mi sea felicidad, lo que para otra persona sea rutina, o viceversa.

Para Santo Tomas de Aquino, la felicidad es un atributo de la esencia de Dios, quien la dio en primer  lugar, a los ángeles, pero algunos de éstos se rebelaron contra su creador al conocer que la segunda persona de la Trinidad se encarnaría en el hombre; éstos fueron los primeros infelices, condenados al infierno; y son los que promueven la infelicidad de los hombres, primero, sacándole del paraíso feliz donde fue puesto y, después, llevándole al pecado que es, en definitiva, la señal de la máxima infelicidad o perdición.

Para mí la felicidad radica en sentirse pleno con lo que se tiene o hace, no importando si es poco, mucho o incluso nada, ya que habrá personas que así se sientan desarrollados y por lo tanto plenos. Es evidente que hay gente que en apariencia tienen todo lo que otro hombre pudiera desear, dinero, propiedades, posición social, joyas, autos, e.t.c., sin embargo en el fondo son personas deprimidas, que ocasiones los llevan a autodestruirse al entrar al mundo de las drogas, alcoholismo, u otros excesos, que tarde o temprano cobran su factura.

Por otra parte podemos conocer a personas muy humildes, que apenas tienen un techo de lamina donde resguardarse y tal vez coman solo una vez al día, pero se sienten contentos por lo que hacen y felices con su familia, es tal vez difícil de comprender para muchos de nosotros, pero llega a suceder.

En definitiva la felicidad es un estado mental, que nos produce un sentimiento de plenitud ante la vida. Por lo que hace al Derecho, su función primordial es regular la conducta del ser humano en sociedad, supuestamente  con la finalidad de que nadie vulnere los derechos de otros, garantizando con ello que todos tengan la misma oportunidad a la satisfacción plena de sus necesidades y por lo tanto podríamos considerarlo una herramienta para alcanzar la felicidad.

Por lo que hace al derecho al regular la conducta de los seres humanos en sociedad, debería garantizar un orden y paz social que permitiera a todos desarrollar plenamente sus capacidades y cubrir satisfactoriamente sus necesidades, tanto en los planos material, mental y espiritual, desafortunadamente vemos que no es así, se termina privilegiando a ciertos grupos económicamente poderosos y las clases humilde pagan las consecuencias. Ojala el fin fundamental del Derecho fuera que todos los seres humanos alcanzaran la felicidad, ya que así se procurarían leyes más justas y ajenas a intereses de carácter económico, político o de cualquier otro tipo, privilegiando solamente la plenitud del ser humano, sea cual sea la concepción que se tenga de ello.


SALUDOS

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